El divorcio y los chicos

curso_divorcioEl divorcio impacta en toda la familia, no es fácil teniendo en cuenta los conflictos que suelen existir con posturas enfrentadas, hostilidades y reproches mutuos. Están las parejas que con mediación y comunicación familiar pueden llegar a un entendimiento de mutuo acuerdo, en casos más complicados los pactos amistosos son imposibles y se desencadena un largo proceso contencioso que como norma general, no suele dejar satisfechas a ninguna de las partes.

La presión de la separación puede amplificar los temas relacionados a la custodia, al reparto de propiedades y a los asuntos financieros, y pueden sacar lo peor de las personas.

Nos centraremos en los chicos. Pueden reaccionar con tristeza, frustración, enojo o preocupación…según su edad, sus características, su historia y también según el contexto en que se produjo la separación de los padres.
El divorcio es un cambio tan importante, que las adaptaciones a las nuevas situaciones deberían hacerse gradualmente. Hay distintas situaciones posibles:
• Uno de los padres tiene la custodia total.
• La custodia compartida, tanto la custodia legal como con quien viven los hijos( entre ambos padres).
• La custodia legal compartida, pero el hijo vive mayoritariamente con uno de los dos
¿Qué pueden hacer ambos padres para ayudar a sus hijos a atravesar esta etapa tan difícil?
En principio mantener las discusiones, así como los comentarios sobre los aspectos legales del divorcio, al margen de los hijos.

Protegerlos de la intimidad de los detalles cuando interactúen delante de ellos. Evitar también comentarios negativos del otro, ambos siguen siendo sus papas
Como contarles?

No es fácil darles la noticia, de ser posible sería positivo que ambos estén presentes durante la conversación. Dejar los sentimientos de enojo, culpa o remordimiento, hablar con los hijos sin alterarse.

Acordar previamente como plantearlo, deben adaptarse a como es el chico, lo fundamental del mensaje es que “lo que ha ocurrido es un asunto entre su mamá y papá y que él no es culpable de lo que paso”. La mayoría se sienten culpables aunque los padres se lo nieguen, esta afirmación es para tranquilizarlos.
Además explicarles porqué los padres tienen que vivir separados…que los adultos pasan por cambios, que no pueden ponerse de acuerdo… pero recordarles que los hijos y los padres siguen unidos para toda la vida, no dejan de quererse nunca a pesar de los desacuerdos.

Prepararlos con información sencilla, responder a sus preguntas. Los chicos necesitan conocer todo lo que les toca a ellos, que entiendan qué es lo que va a cambiar en su vida cotidiana y qué es lo que no.

Es importante también reducir al mínimo la modificación de las rutinas cotidianas de los chicos y asegurarse de que ambos padres sigan implicados en su vida.
Como ser….con quién van a vivir, sobre el colegio, cuál va ser su casa, donde vivirá cada uno, las vacaciones etc.

Los adolescentes seguramente sean más conscientes de la situación que están atravesando sus padres y tengan más preguntas basadas en las discusiones y peleas que han escuchado.

¿Cómo actuar con los chicos?
Pueden estar muy alterados, reconocerles sus sentimientos como normales y comprensibles y expresarles que nos importan, que los queremos, que sentimos que tengan que pasar por esto, y pensar juntos en algo que te haga sentir mejor.
No todos los chicos reaccionan de forma inmediata, habrá otros momentos para hablar más adelante cuando estén mejor preparados. Algunos tratan de complacer a sus padres actuando como si no pasara nada o intentan inhibir cualquier sentimiento negativo afirmando que no están enojados ni tristes. El estrés puede darse de otras formas: en los estudios, con los amigos, en los cambios de apetito, en el sueño etc.
Consultar con el maestro, pediatra o terapeuta puede ayudar a enfocar problemas específicos que nos preocupen.
Ayudarlos a poner sus sentimientos sinceros en palabras, estar abiertos a escuchar, ofrecerles apoyo.
También hacerles saber que está bien si se sienten contentos, aliviados o emocionados sobre el futuro.
Sin embargo, a pesar de todo … los chicos también pueden salir de un proceso de divorcio más preparados para afrontar el estrés y muchos de ellos pueden convertirse en jóvenes más flexibles y tolerantes.
Canalizar los conflictos por otras vías. La mayoría de los adultos que atraviesan un proceso de separación y divorcio suelen necesitar apoyo, de amigos, profesionales de la salud, religiosos o parientes. No buscar apoyo en los chicos, incluso aunque parezcan estar dispuestos a ofrecerlo.

Tener paciencia con uno mismo y con los hijos, los problemas emocionales, las pérdidas y el dolor que ocasiona un divorcio requieren tiempo para sanar.
Todo cambio es difícil, es un proceso adaptarse al cambio. Buscar ayuda para afrontar esta situación puede hacer una gran diferencia para toda la familia.